Ser mujer en Venezuela
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es para conmemorar las contribuciones de la mujer a través de la historia. Las mujeres han desempeñado papeles claves y se han convertido en figuras ejemplares. En este día también se recuerda la lucha femenina por un mundo más equitativo.
Aunque durante los últimos años los cambios han sido notorios, el proceso sigue siendo lento: de acuerdo con datos de ONU Mujeres, las mujeres continúan siendo subrepresentadas en todas las esferas. De acuerdo con el último estudio del Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo, una niña nacida hoy tendría que vivir más de 200 años para tener las mismas oportunidades, salarios y poder que los hombres.
En todo el mundo las mujeres enfrentan retos a diario para ser reconocidas y ejercer sus derechos en igualdad de condiciones. Venezuela no es la excepción. En este trabajo, que se actualizará semanalmente durante todo el mes de marzo, mujeres de varias generaciones y oficios reflexionan sobre lo que significa ser mujer en Venezuela, los obstáculos que han enfrentado en el ejercicio de su profesión y los aportes que brindan al futuro del país.
María Elena González
Historiadora. Miembro de la Academia Nacional de la Historia
“Yo tengo una experiencia no sé si particular. Honestamente, no he tenido a lo largo de mi carrera grandes obstáculos -que yo haya sentido- por el hecho de ser mujer, en el sentido de que me hayan ignorado, desplazado o que haya existido algún problema por mi condición femenina. Ahora, un aspecto a considerar es ese y otro son situaciones derivadas del hecho de la relación hombre – mujer.
En el ámbito de trabajo, yo he trabajado siempre en la Universidad Central de Venezuela, en la escuela de Historia, sí he sabido y a mí me ha tocado, pero no de una manera significativa, esa aproximación intermediada por el hecho de la atracción entre hombres en una situación de poder -que tienen cargos, una influencia, nombre- y el trato va adquiriendo un tono menos profesional. Lo he sabido y me ha tocado experimentarlo, pero no de manera significativa que se convierta en un obstáculo. Pero sí lo he tenido que sortear.
En cuanto a los retos que enfrentan las mujeres en el país, pues es sabido que hay una tradición matriarcal muy fuerte a distintos niveles sociales. Es frecuente la situación de la mujer que es jefe de familia y, en las circunstancias actuales que todo se ha vuelto tan complicado, desde la relación ingreso – costo de vida, la lucha cotidiana por adquirir los alimentos para la familia, la situación de los servicios públicos, sobre todo el agua que es fundamental (…) mujeres, incluso niñas, tienen que cargar recipientes para buscar agua a lugares distantes. La vida se ha complicado en estos últimos años para todos, particularmente para las mujeres que han sido más vulnerables.
Desde el punto de vista estrictamente político, suele haber una disociación en el discurso oficial pretendidamente defensor de los derechos de las mujeres y lo que son las situaciones concretas: las oportunidades que se le ofrecen a la mujer, la oportunidad de competir en determinados campos en equidad de condiciones con respecto al hombre.
En la medida que haya equidad de participación, de oportunidades, la mujer puede aportar lo mismo que el hombre. Por otra parte, las responsabilidades que asume la mujer como la atención del hogar, de los hijos, de horarios de trabajo que cumplir, demandas de participación cívica en la comunidad, son aportes en sí mismos”
Aglaia Berlutti
Escritora, crítico de cultura pop, fotógrafa y abogada
“El primer desafío es que te tomen en serio. Hay una situación sobre el hecho de escribir sobre cultura pop y es que casi siempre se relaciona con el ámbito masculino. Yo empecé escribiendo sobre cómics y fue enfrentar una pared de cristal que yo no sabía que existía. Y es que es una especie de confraternidad masculina.
En segundo lugar, es que el tomarte en serio implique una responsabilidad laboral a la altura de tu talento. Creo que hay muchas escritoras talentosas sobre cultura pop, que además es un género extremadamente menospreciado porque pareciera que fuera nada más agenda cultural y en realidad es un análisis sobre las relaciones de la cultura con el espejo social que atraviesa. El principal reto es que te tomen en serio en un mundo masculinizado en el que se asume que el lenguaje de la cultura pop se analiza a través de lo masculino.
Los desafíos de la mujer venezolana son muchos. Venezuela es un país machista, conservador y ahora militarista, lo que conlleva una carga enorme de minimizar y menospreciar a la mujer. Esa obligación, de ser madre, sostén, es una especie de minimización que afecta en todas las áreas. He trabajado en diferentes áreas, tengo dos profesiones distintas y siempre me ha ocurrido, he chocado con una pared de cristal que en Venezuela en específico es una puerta que te cierran en la cara.
Siempre he pensado que el esfuerzo hace la diferencia, pero hay áreas en las a una mujer le lleva el triple de trabajo que lo que le puede llevar un hombre. Por ejemplo, trabajar en un medio respetable, masivo, que no sea una página web, que te tomen en serio como crítica, cuando está asumido como un oficio masculino. Yo también soy abogado y que no se asuma que como soy mujer la emocionalidad puede privar es complejo. Estos son estereotipos muy antiguos que se manifiestan de manera moderna. ¿Qué está ocurriendo que toda una generación de mujeres los está perpetuando?
Tenemos que tener en cuenta la necesidad de abrir espacios sin atender a estereotipos externos porque siempre van a existir y te van a presionar, quieras o no. Una de las grandes necesidades es educar a la mujer para no dejarse vencer por las presiones sociales. Las presiones sociales van a existir en Venezuela y en el mundo entero ahora, antes o después. ¿Cuál es la gran enseñanza? ¡Enfréntate! ¿Quieres optar por un trabajo que tradicionalmente es masculino? ¡Hazlo! Lo más probable es que debas enfrentar la resistencia al cambio, que es natural en toda cultura, pero el beneficio de haber abierto espacios para las que vienen después de ti es extremadamente importante!»