La crónica desde El Ávila: LA GUADALUPE EN EL CARRIZAL DE CORO, Cardenal Baltazar Porras Cardozo
La aparición de María Santísima en la colina del Tepeyac en 1531 al indio Juan Diego y al Obispo Juan de Zumárraga, marcaron un hito importante en la evangelización del nuevo continente americano. El fenómeno guadalupano abrió las puertas a una nueva percepción de la realidad indígena del continente. Al aceptar su condición de personas en igualdad a los europeos y por tanto sujetos de evangelización y culturización, marcó un cambio profundo en el derecho de gentes. No se quedó en el vasto territorio del Virreinato de la Nueva España, sino que se desparramó lentamente por todo el continente.
A nuestra tierra venezolana llegó, entre la historia y la leyenda, de manera misteriosa pero real, en una caja recogida por los pescadores en la orilla del mar cercano a La Vela, que contenía un lienzo sagrado: la imagen de la Virgen de Guadalupe. La devoción de aquellos pescadores se tradujo inmediatamente en el levantamiento de una ermita que ha crecido a lo largo de tres siglos, siendo hoy, el santuario de la Patrona de la Arquidiócesis de Coro, lugar de peregrinación del pueblo falconiano.
El Carrizal custodia este tesoro de fe y esperanza que reclaman la mejor atención a los más débiles, a las periferias olvidadas de muchos, pero no de la acción misericordiosa de los seguidores de Jesús de Nazaret. Gracias a la invitación del Arzobispo de Coro, Mons. Mariano José Parra Sandoval, tuve la dicha de peregrinar a El Carrizal y presidir la celebración del tercer centenario de la aparición del lienzo sagrado de la Guadalupe que preside el altar del santuario basilical a donde peregrinan miles de devotos a lo largo del año, pero especialmente el 12 de diciembre, fiesta de la Virgen, y el 27 de febrero, fecha de su arribo a la costa del mar Caribe.
La Guadalupe del Carrizal de Coro, trasciende los límites de Falcón y se une a la patrona continental con las misas exigencias y compromisos de la del Tepeyac. Coro tiene bellezas naturales para disfrutar y rasgos de su periplo colonial para contemplar el paso del hombre. Que no falte la visita al remanso de El Carrizal donde desde hace tres siglos palpita la fe de un pueblo sencillo y generoso.
11.- 28-2-23 (2249)